Lo ideal es que con un trapo húmedo puedas limpiar cualquier accidente en la cama de tu perro. Pero a veces hay manchas que son más cabezotas y no quieren irse tan fácilmente.

Si te encuentras con una mancha especialmente resistente, o que te diste cuenta muy tarde y ya lleva horas ahí, no te preocupes. Puedes utilizar un paño humedecido con jabón diluido en bastante agua. Eso sí, asegúrate de que esté bien diluido para evitar que queden restos sólidos de jabón en el tejido.